Los estudios de género se han vuelto cada vez más sofisticados y han alcanzado distintas áreas y organizaciones sociales –en este caso, el campo jurídico y la administración de justicia– construyendo una trama con las más diversas situaciones y capturando su gran complejidad. El trabajo, las familias, los cuidados y las violencias constituyen un problema sociopolítico de gran magnitud para las democracias.
Esta obra, retomando las contribuciones de los estudios sociolegales, intenta dar respuesta a preguntas como estas: ¿cuáles son los efectos y límites de la feminización de la profesión legal y la participación laboral de las mujeres? ¿Cómo las afectan las discriminaciones y violencias que ocurren en el campo jurídico? ¿Cuáles son las dificultades para transversalizar los aportes de la perspectiva de género al trabajo judicial –sea en la profesión liberal, en la magistratura o en función judicial? Y por último ¿cuáles son las estrategias de las mujeres para conciliar trabajo profesional, familias y cuidados?