Durante la última década, se registró un intenso intercambio de ideas en América Latina. Los temas que siempre apasionaron a los pensadores de la región recuperaron centralidad. Se discutió sobre el subdesarrollo, la integración, la primacía de exportaciones agro-mineras, la intervención estadounidense y las resistencias sociales. Estas reflexiones se desenvolvieron en un marco de mundialización, crisis financiera y ascenso de nuevas potencias que condicionaron todas las opiniones en juego.El telón de fondo de estos debates fue el impacto de las rebeliones populares, que en varios países frenaron la ofensiva neo-liberal. Estos alzamientos modificaron el cuadro político y permitieron la obtención de importantes conquistas democráticas y sociales.