Los cuentos de Ese mundo ya no es nuestro nos transmiten la sensación de que la existencia de los seres humanos está hecha de la colisión de posibles e improbables versiones. Los personajes montan y desmontan los engranajes de la narración de sus propias vidas, desarticulando las formas del pasado, el presente y el futuro, y de ese modo, los bordes de la realidad. Algo de esta dinámica, de este exclusivo y genial mecanismo narrativo se podía encontrar en los dos libros anteriores de Colacrai.
Sergio Gaiteri
La escritura de Pablo Colacrai abre un espacio que nos invita a prestarle atención a historias simples, sin regodeo en el drama ni en revelaciones ampulosas. Nos da el tiempo y la paciencia para seguir los movimientos de un juego de ajedrez, de las dudas y de las certezas siempre incompletas del amor, del modo en que las horas sin nada van tallando la figura de un padre. Como hicieron los grandes del género: Chéjov, Carver, Colacrai escribe cuentos que ofrecen al lector esas pausas, esos silencios necesarios, para que surja en el encuentro entre el libro y el que lee, un "nosotros", una revelación íntima, la literatura. Santiago Craig.