El aspecto creativo es el nervio motor que posibilita al estudiante utilizar los contenidos de la música en obras de su propia invención. Plasmar las ideas a través de la composición permite verificar el funcionamiento de los elementos técnicos y su interacción en el contexto de la frase musical. Sumado a ello, la relación continua entre teoría y práctica permite incorporar ese funcionamiento, que se consolida al trasladarlo al instrumento.